miércoles, 24 de octubre de 2012

1949








Mil novecientos cuarenta y nueve.
Dieciocho años. ¡Qué ternura de foto!
Por la calle Játiva vas paseando
con tu querido novio. ¡Qué exquisita!
¡Qué halo de felicidad te rodea!
¡Cuántas ilusiones y esperanzas!

Leyendo tus cartas de amor siento
la noble grandeza de tu pasión.
Princesita soñadora, peleaste
la relación hasta la enfermedad.
Si volabas buscando las estrellas,
¿por qué naufragaste a los cuarenta?

lunes, 16 de abril de 2012

Nuevo poemario de Alfonso Aguado: Desde mi balcón



Poema de presentación:


30)

Estas estrofas son de siete versos pues siete
son los días de cada semana por la que
transito. Cada verso tiene catorce sílabas
pues catorce son los barrotes de mi baranda.
Catorce por siete, noventa y ocho que son
los años que quiero vivir. Esquivé la rima
porque no soy animal rítmico ni sonoro.



Venta del libro en la editorial:

lunes, 2 de enero de 2012

Poemas publicados en la revista Cuadernos del Matemático nº 47



11 (la vejez)

Y serán perchas en la barra
espantosa y amarga
de la soledad.

Y nadie colgará sus prendas
en sus hombros frágiles
de plástico roto.


33

El alhelí pinta
una solitaria flor entre
sus hojas con sabia

destreza. Sus pétalos
apenas perfuman
el aire muerto que respira.

(Del poemario Soledad de 2011)

Poemas publicados en la revista Fábula nº 31



32 (a mi padre)

Sentado en una silla verde
de jardín escribo
este poema. Grama

bajo mis pies, seca.
Propio del otoño.
Con los pies cruzados escribo

en una agenda sin usar
de dos mil diez este
poema. Alguna vez

fui niño y viví
rodeado de amigos.
Hoy un perro es mi compañía.

Recuerdo a mi padre.
Le animé a escribir
sobre la guerra. ¡Tan grande era

su soledad! Él
también fue una vez
niño. Hoy solamente es ceniza.

El sol de caricias mi cara
cubre. Mi querido
padre sólo tiene

la calidez de este recuerdo
mío que renace
siempre que estoy solo.


23 (colores)

La niñez es blanca.
La adolescencia verde, roja
y azul. A los veinte

somos calabaza.
Después vienen las pardas crisis.
Pero la vejez

es gris soledad
bajo la luz amarillenta
de un techo morado.

Y la muerte es negra.


(Del poemario Soledad)